lunes, 24 de agosto de 2009

Quiero decirte una cosa... Ti voglio bene


Definitivamente, hoy no ha sido mi día. Tiene que haber de todo, no? Pero me sabe mal que los días pasen de esta manera, sin darme cuenta, y también me sabe mal que pasen como el de hoy, horrible, largo, doloroso, agonizante... Pasan, y así se va pasando el tiempo. Y nosotros a que nos limitamos? A esperar... Esperar. Unos esperan a que pasen los días para reencontrarse y podre abrazarse, besarse y quererse. Yo no puedo esperar eso, porque no tengo con quien compartir esa esperanza. Se de muchas que se pasan los días y los meses esperando a que su pareja vuelva del frente de guerra, y esperan poder sentir el alivio de tener a su querido sano y salvo a su lado. Yo tampoco puedo esperarlo. Otros esperan cada día a que salga el sol después de una noche muy larga. Yo no puedo esperarlo porque mi sol hace tiempo que se escondió, y la luna y las estrellas son mis eternas compañeras. Muchos esperan a que el día en que la muerte venga a buscarlos, los lleve consigo a la vera de Dios, cosa que yo tampoco puedo pensar porque no creo en su existencia. Muchos esperan directamente no morir nunca por temor a esa capa oscura con una daga que les arrebatará la vida. Yo no puedo esperar a no morir, porque no podría soportar vivir eternamente si eso implicase mas días como este. Algunos esperan que algún día la suerte llame a su puerta, y yo no puedo esperarla porque a mi puerta ya ha llamado, si, la suerte, pero la mala suerte. Algunos esperan que el dolor no llegue nunca, que la agonía se esconda y no se les acerque. Yo no puedo esperar eso porque conozco al dolor y la agonía como a la palma de mi mano. Y con esto no quiere decir que no sea optimista, porque sí que lo soy. Yo sí que espero alguna cosa. Espero que un día te des cuenta de una puta vez de que te quiero, y mucho, joder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario