Hace un año ya...

¡Hola, Diós! ¿Cómo andamos? Ai, no, que tú no andas, tu campas a tus anchas por ahí... Bueno, eso si existes, aunque yo sigo creyendo lo contrario, o por lo menos sigo esperando una demostración científica de tu existencia, cosa imposible porque tú, de científico, no tienes un pelo, si es que tienes pelo, claro, porque como no te he visto nunca... De todos modos, hoy me dirijo directamente a tí. Ya sabes que cuando me dirijo a tí, sólo lo hago pensando en una persona, ¿eh? Sí, exacto, mi Abuelita. ¿Sabes, Diós? Ayer le hicimos una misa de esas que se hacen cuando ha pasado un año de la defunción de alguien. Sí... ya ha pasado un año... Y ella no está aquí para darme una sonrisa suya. Así que espero que la estés cuidando bien. Porque me robaste un tesoro muy grande, ¿sabes? Pero yo estuve ayer en tu casa, una hora entera en la Iglesia, cantando tus canciones y recitando palabras tuyas, escuchando a toda esa gente que habló para mi Abuelita, y para toda esa gente que lleva, en teoria, un año contigo... Ellos sí creyeron en tí, te lo recuerdo. Pusieron su fe en tí, y fueron buenos como tu les enseñaste a ser, espero que lo tengas en cuenta, sobre todo con mi abuelita. Pues lo que te decía, ayer estuve una hora pensando en tí, Diós, estube rezando para que cuidases de mi Abuela. Durante una hora, fui creyente, pero solo durante esa hora, por respeto a mi Abuelita, que sé que en la lejanía, debía estar sonriendo. También se que vió que tenía momentos de debilidad y mi mente se desplazaba sin querer hacia él, el chico que me gusta. Pero estube rezando, Diós, tenlo en cuenta por ella, no por mí, ¿eh? No rezé para que me perdones, ni para que salves a los pobres o desgraciados del mundo, que sé que son muchos, pero yo no puedo hacer nada por ellos. Rezé por la simple razón de que espero que mi Abuelita, esté donde esté, no se olvide nunca de mí, y esté feliz. Tengo tantas ganas de encontrarme con ella y poder explicarle como me va todo... Que estoy estudiando una carrera, que voy para enfermera, y quiero ser comadrona, o alguna cosa por el estilo. Ella ya sabe que me encantan los niños. También quiero contarle que mis padres son los mejores del mundo, y mi hermano se ha vuelto un independentista radical, con una cresta que a menudo le peino yo. Quiero contarle que la echamos mucho de menos todos. También quiero explicarle qué tal estan mis 4 amigas. Que Edurne está estudiando Historia, y se la ve bastante feliz dentro de lo que cabe, aunque está muy meláncolica, pero esa melancolia no se la puede curar nadie... Bueno, una persona, algún dia te explicaré ese secreto, Abuelita. También quiero explicarle que Alba empezó ilusionada una carrera, Biotecnología, pero no era lo que ella se esperaba, y ahora ha empezado otra, Comunicación y Periodismo Audiovisual... Y está súper emocionada con ella. ¡Y quizás su corazón también le esté mostrando cosas nuevas! Le contaría a mi Abuelita también que Miryam sigue con su carrera, y tan deportista como siempre... Aunque eso le lleve a lesiones como la de hace poco. Ya está recuperada, no te preocupes Abu. Y por supuesto, a mi Abu le recordaria cuanto quiero a mi família y a ellas cuatro. También le explicaria mi secreto. Abu... Estoy enamorada. Él no lo sabe, ¿eh? Y no creo que se lo diga, almenos por el momento, porque tengo mucho que ganar, pero también podría perder mucho, y el miedo me puede. Sigo siendo igual de miedosa, sí... ¡Hay cosas que no cambian nunca! Pero, ¿sabes? Con un poco de suerte, quizá le conozcas... Alomejor estuvisteis cerca el uno del otro, alomejor os cruzasteis... Quién sabe, este mundo es un pañuelo. Bueno, algún día te lo podré contar todo con pelos y señales. Pero ante todo quiero recordarle a mi Abuelita lo mucho que la quiero, y que siempre la llevo en mi corazón aunque nadie se dé cuenta. Porque Abu, tu eres mi tesoro guardado dentro de mi corazón, y esa parte de él estará cerrada con llave asta mi reencuentro contigo. Te echo de menos, tengo muchísimas ganas de abrazarte... ¡Ai! Me había olvidado ya de Diós, lo siento... Bueno, sí me has escuchado, gracias, y si nó, también, seguro que mi Abuelita lo ha hecho. ¡Te quiero, Abuelita!