lunes, 20 de junio de 2011

Give your heart and soul to me...

Me encontraba tumbada en la cama, recién salida de la ducha. Tenía el pelo todavía húmedo y me goteaba por los hombros, espalda y pecho... La verdad es que era una sensación bastante placentera, notar el frescor de las gotas de agua conjugado con el olor que desprendía mi piel, suave, limpio, dulce y con un toque cítrico... Me hacía sentir realmente sensual estando desnuda encima de las sábanas que, por qué no decirlo, estaban quedando mojadas por mi culpa. Pero no importaba... Ya las cambiaríamos. Se podían apreciar las gotas de agua resbalando por mi piel, mis contornos de mujer... Por mis pechos tersos todavía, mi vientre suave y blanco como la nieve, mi cintura y mis caderas... Hasta llegar a ese hueco en el que yo escondía todo, ese todo que sólo le pertenecía a él. Mi deseo, mi pasión, mi amor, mi feminidad... Y las gotas seguían resbalando por mis muslos. Me ladeé suavemente apoyando una de mis rodillas en el colchón, escondiendo inocentemente mi intimidad, y puse mi cabeza apoyada en una de mis manos cuyo codo estaba apoyado en la almohada. Cuando le vi salir por la puerta del baño, deje caer mi otro brazo al rededor de mi costado y siguiendo hasta dejar mi mano suavemente posada sobre mi muslo. Lo hice adrede... Sabía que mis manos le gustaban, y mis muslos todavía más. Además, ese día me puse unas uñas rojas pasión bastante sexys sólo para resultarle más atractiva. Él, con un caminar suave y sensual, desnudo por completo, se acercó al reproductor de música y le dio al “play”. Y, con una sonrisa suave, dejó que nuestra canción nos envolviese de dulzura mientras se acercaba. Ahí estaba él, con “La Vie En Rose” versionada por Lous Armstrong, dando pasos lentos hacia la cama. Su piel morena no dejaban de maravillarme día a día. Se veía tan suave... Con un color brillante y sensual. Sus brazos, musculados, con las formas perfectas y acabados en unas manos varoniles que sabían cómo y dónde tocarme para volverme loca, se balanceaban al lado de su cuerpo sutilmente. Sus pectorales marcados y su torso, ese que yo me conocía a la perfección, me embriagaban a la vez que sonaba un piano dulce y una trompeta con una melodía mágica... Volví a encenderme como había conseguido minutos antes en la ducha. Me moría de ganas por que su piel mojada y suave se pusiera sobre la mía... Parecía que esas ganas de él nunca iban a ser saciadas, porque cuando menos lo esperaba me estaba muriendo de ganas de amarle locamente y cada día más. Eran las 8 de la tarde, y el sol empezaba a ponerse. La luz empezaba a esconderse quedando un destello de iluminación íntima a nuestro alrededor, que hacía que su silueta luciese más atractiva si es posible. Y acabo llegando a donde estaba yo. La canción seguía sonando... “Hold me close and hold me fast”... Se echó sobre mí, suavemente, reposando sus fuertes brazos a mis lados, rozando su sexo con el mio, y instintivamente mi pierna rodeo su cadera... Se acercó a mi oído... “the magic spell you cast, this is la vie en rose...” Te amo, me susurró suavemente rozando sus labios en mi oreja, produciéndome un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. Se apartó, me miró a los ojos y mis labios pronunciaron esas dos palabras que no podían describir lo que sentíamos el uno por el otro... “when you kiss me heaven sighs...” Acercó sus labios a los míos, y con suavidad y dulzura, ahogó uno de mis suspiros, mientras mi pecho se estremecía haciendo que la turgencia de mis mamas se apretase más contra su piel... No pude evitar ver el cielo al notar como su boca se entreabría y yo, abandonada al calor de su piel, a las ganas de saborear su lengua y el amor que sentía en ese instante, me rendía y abría mi boca para que su lengua se adueñase de mi boca sensualmente... Estaba en el paraíso. Pensaba que si abría los ojos... “and tho I close my eyes, I see la vie en rose...” Me despertaría de ese sueño... Noté como sus labios se resbalaban hacia mi cuello, y su lengua empezaba a corretear por mi piel estremeciéndome... De repente, noté como sus dientes se clavaban en mí, y éso hizo que mi cuerpo ardiese en pasión. Esas ganas súbitas de su boca hicieron que me sintiese deseada de tal manera que quise acercarlo más a mí abrazándolo más fuerte con mi pierna en su cintura. Una de mis manos se quedó posada en las sábanas, mientras que la otra empezó a acariciar su espalda húmeda. Con la yema de los dedos empecé a recorrer cosquilleando y delineando todos y cada uno de sus músculos, notándolos tensos al estar apoyado en la cama sin dejar caer del todo su peso sobre mí. “When you press me to your heart, and in a world apart, a world wher roses bloom...” Suavemente dejó caer parte de su peso sobre mí, y no había cosa que me agradase más que sentirlo cada vez lo más cerca posible... “And when you speak, angels sing from avove, every day word seems to die into a love song...” Volvió a susurrarme al oido: “te deseo, mi amor...” Quise gritar al mundo que me moría por tenerle y que era la suerte de mi vida, pero las ganas que tenía de él, no me dejaban articular palabra. Volvió a besarme, esta vez más apasionadamente, mordiendo mis labios, absorbiéndolos, jugando con su lengua y la mía, nuestra saliva mezclándose sensual y frenéticamente, y en un arrebato de pasión no pude evitar bajar mis manos hasta sus nalgas. Las apreté y estrujé. Ufff... Cómo me gustaba su culo, y cómo me encantaba apretarlo contra mí para notar nuestros sexos cada vez más deseosos de amarse. Una de sus manos subió recorriendo mi torso hasta hacerse dueña de mi pecho derecho. Empezó a acariciarlo y mis pezones se endurecieron al notar su piel rozándome. Consiguió con su mano, amasando, dando caricias en círculo y apretando mi pecho que se pusiesen todavía más tersos de lo que estaban. Mis pezones pedían a gritos que su boca se entretuviese con ellos, y así lo hizo, entendiendo como siempre a la perfección qué era lo que quería mi cuerpo a cada momento y como deseaba ser amada. Se metió mi pezón izquierdo en la boca mientras seguía masajeando mi pecho derecho. Círculos y movimientos rápidos de su lengua hicieron que mi pezón se endureciera hasta el punto que parecía iba a reventar. Y lo mismo hizo con el otro. Entonces decidí que era hora de ser yo quién actuase... La canción estaba a punto de acabarse. Hice que se tumbase en la cama y con mi lengua empecé a recorrer sus pectorales. Le besé y acaricié hasta la saciedad... No pude evitar juguetear con sus pezones y seguí bajando por su torso. Me moría de ganas por acariciarlo y besarlo, y éso hice. Después de juguetear al rededor de su ombligo, mi boca se dirigió a sus ingles. Se las besé con amor y ternura mientras acariciaba sus muslos sensualmente. Se me estaba olvidando que fuera de esa habitación había vida, sólo me importaba él y hacerle sentir amado, deseado y sexy como para mí lo era. Le agarré el sexo con fermeza, y con decisión empecé a bombearlo para endurecerlo. La reacción fue inmediata y su cara de placer me lo confirmó. Dejé que acariciase mi pelo húmedo mientras mi boca se dirigía a su sexo. Mis labios empezaron a rodear su punta suavemente y él dejó escapar un gemido de placer. Y ya le tenía dentro. Empecé a chuparle lenta y suavemente, para que notase mis labios húmedos y mi lengua salivándole. Dejé que de vez en cuando mi mano ayudase a que todo fuese más intenso. Agarraba con ganas su pene mientras le lamía los testículos. No podía sentirme más sexy, más enamorada, más viva e intensa que entonces. No había cosa que me gustase más en el mundo que verle disfrutar con mi amor. Entonces, agarrándome suavemente por los brazos, me indicó que era hora de que fuese yo la que disfrutase. Me puse en el cabeza del acama medio recostada y él, besándome en la boca, bajo por mi torso hasta meterse entre mis piernas. Y ahí le tenía, con un dedo dentro de mí, entrando y saliendo, dejándome cada vez más húmeda. De repente noté como su lengua acariciaba mi clítoris y estallé en gemidos. Aumentó el ritmo de sus dedos y su lengua supo perfectamente como hacer que me corriese dos veces seguidas mientras le agarraba de la cabeza para hundirlo más entre mis piernas. No pude dejar de gritar su nombre con pasión. Y en mi cabeza venían imágenes de su cara, de su piel, recuerdos juntos, de todo el amor que me había dado. Sentí una ola de placer intenso al saber que todo eso no iba a acabarse nunca. Nos amábamos y en ese preciso instante queríamos ser uno. Ya no podíamos aguantar más y se recostó sobre mí. Se metió en mi interior y empezó a moverse suavemente. No podía parar de gemir, pensaba que mi corazón se iba a escapar por cualquier lado que pudiese. Notaba su respiración rápida y excitada y todavía me volvía más loca. Nuestras pieles más unidas que nunca, los dos sudando y mezclándonos. Amándonos. Ahí estaba él empujando cada vez más fuerte, mientras yo le agarraba del culo para conducir sus envestidas. Iba cada vez más deprisa y los dos notábamos que no aguantaríamos mucho. De repente, me agarró para que me pusiese encima suyo y supe qué tenía que hacer. Empecé a mover mis caderas para que él entrase y saliese. Notaba mi clítoris rozando su bajo vientre mientras él se hundía cada vez más en mí agarrando mis nalgas. Y ahí estaba, notábamos como llegaba. No parábamos de gemir como desesperados. De repente un calambre recorrió nuestro cuerpo. Lo pude ver en sus ojos. Y él en los míos. Empecé a moverme frenéticamente y no pudimos evitar gritar, perder nuestra razón. Ya lo teníamos, cuando me di cuenta, mi vagina se contraía con locura y yo notaba como mi cuerpo se estremecía entero, como vibraba encima de él. Me estaba corriendo. Y cuando estaba a punto de llegar al éxtasis, él levantó su cadera con fuerza hundiéndose más en mí, mientras los dos nos corríamos y gritábamos con fuerza. Fue glorioso. Vi el cielo y las estrellas y supe que el había hecho ese viaje interestelar conmigo. Me dejé caer sobre él exhausta, sudados, estando él todavía dentro de mí. Le miré a los ojos y no pude sentirme más feliz. Ni si quiera podía pensar en nada, sólo en estar junto a él, y no perderle nunca. Me acerqué a su oído y le susurré eso que los dos ya sabíamos. “Te amo, Daniel...”


Give your heart and soul to me, and live will always be... LA VIE EN ROSE

lunes, 4 de abril de 2011

IK HOUD VAN JOU


Hola, tú. Sí, tú. El chico moreno de ojos oscuros que está sentado frente a la pantalla. Sí... El que tiene el mentón ese tan estiloso y sexy. El que tiene los labios más bien perfilados que para mí existen. Tú, el dueño de la sonrisa más encantadora y rompecorazones que he visto nunca. Ése chico simpático y alocado que me enamoró hace cosa de un año con su encanto particular y su halo misterioso y ambiguo alrededor. . Antes que nada quiero que tengas claro que te estoy hablando a ti y sólo a ti. Que estas palabras las puede leer cualquiera, pero sólo tú serás capaz de entenderlas y van dirigidas a ti, pero que lo sepa todo el mundo.

Pues bien, ahora que ya ha quedado claro que quiero hablarte a ti, necesito que sepas algo muy urgentemente. La cosa es que tengo ciertas dificultades a la hora de expresarme de forma tan sincera. Es decir... No quiero que me malinterpretes. No es que no quiera que sepas lo que pienso o lo que siento. Todo lo contrario... Desearía que fueses capaz de leerme la mente y notar mis sentimientos a flor de tu preciosa piel. El problema es que no soy capaz de expresarlo con palabras. Mira que es frustrante que existan millones de palabras en un montón de idiomas y no se hayan inventado las palabras que yo necesito en este momento crucial.

Tienes que saber que te quiero. Sé que son dos palabras vulgares al lado de lo que realmente quiero expresar. Pero son dos palabras que representan un sentimiento único en todos los sentidos, empezando por lo especial que es y llegando a que sólo lo siento única y exclusivamente por y para ti. Sé que dicho así suena exagerado y que parece que lo diga para quedar bien, pero te puedo asegurar desde lo más hondo de mi corazón (el cuál espero y deseo recuerdes que tienes en tus manos, y en tus manos está, pues, que se conserve o que, por el contrario, se rompa en pedazos) que nunca he dicho e intentado expresar algo de una forma tan sincera como ahora estoy intentando hacer contigo. Con ésto no quiero que te sientas obligado a quererme como estás haciendo hasta ahora. No quiero que te sientas en deuda conmigo, porque una de las cosas que me mantiene ligada a ti de esta forma es que el amor que yo recibo por tu parte también es totalmente sincero y desinteresado, y si no fuese el caso, no tendría sentido todo esto.

Sé y soy consciente en todo momento de que no hay nada más difícil de llevar que un amor tan intenso como este. Que tanto lo más bello como lo más oscuro, en cosas de dos, se agudizan al máximo cuando se trata de algo que se mece en brazos de un amor tan puro e intenso como este. Estoy al tanto del hecho de que los días, en general, se hacen tanto eternos como infinitamente cortos, ya que un día a tu lado es un día disfrutando de nuestro cariño y amor, pero también un día pensando que en cualquier momento te pueda perder, que cosas peores se han visto. Sé que te duele el corazón cuando te digo “adiós”, sé que te hierve la sangre si ves una cara triste en mí y sé que tirarías murallas al suelo con tus manos cuándo ves que una injusticia o un mal momento se cierne sobre mí. Pero lo sé porque es exactamente lo mismo que me ocurre a mí cuando se trata de ti, mi amor.

Desconozco totalmente los motivos por los cuales te enamoraste de mí de esta forma y estoy totalmente ciega ante esa duda que me corroe porque, realmente, me gustaría saber qué fue lo que te gustó para poder sacar partido de ello si algún día empiezas a olvidar que fue lo que te atrapó. Por que realmente me aterra el día en que, por el motivo que sea y que espero nunca surja, decidas que es mejor seguir tu vida sin mí. No puedo pensar nada más que esto que tenemos y no veo nada más allá del horizonte de nuestro amor, que me ha abierto vistas impresionantes en este mundo que desconocía, pero que, de la misma forma, es capaz de cerrármelas si un día se esfuma.

Sólo tú eres capaz de estar en mi mente a todas horas. Tú eres la causa de que sea capaz de sentir hasta los huesos y entender con profundidad qué es el amor. En tus manos ha estado el hecho de que este sentimiento aumente día a día, de que sea más y más intenso hasta puntos insospechables, y lo has conseguido con creces, y sé con total certeza que no perderás nunca esa capacidad. Sólo tú tienes el poder de hacer que un escalofrío recorra mi cuerpo, de hacerme sonreír tan ampliamente que me duelan las mejillas, de acelerarme el corazón incluso cuando ya está acelerado, de poner mis mejillas coloradas y mis ojos brillantes de ilusión.

Tengo que decirte que no dejes nunca de llamarme “bonita” o “princesa”, por favor. Es algo tan simple... Pero el saber que me encuentras bonita y que quieres que sea tu princesa, me derrite. Es algo superior a mí, me debilita pensar que para ti pueda ser la más bonita, la perfecta y a la que quieres proteger. Sólo por el hecho de que me protegieses sería capaz de dañarme a mí misma para sentirme entre tus mimos y cariños. Es una locura que lo más seguro es que nunca cometeré, pero sólo por éso valdría la pena. Siempre he querido ser bonita para mí, arreglarme y sentirme bien conmigo misma. Ahora no es que haya perdido personalidad y quiera estar bien para gustarte. No es el caso. Sigo queriendo ser bonita, pero tú eres el amor de mi vida y quiero serlo para ti, no por quedar bien y tenerte satisfecho, ni porque tú para mí seas la cosa más bella que existe y quiera estar a tu altura, si no que necesito que me desees porque te amo, independientemente del resto de factores.

Otra cosa que quería que te quedase clara es que te deseo a ti entero. No quiero nada que no seas tú. No quiero algo que tenga una o unas cuantas de tus cualidades. Te quiero a ti entero y eso no puedo encontrarlo en ningún lado más que en ti. Es tan simple que me parece absurdo decirlo, pero necesito que lo entiendas y que te lo creas. Que no hay nada que me pueda beneficiar más que tus medidas, porque tú y solo tú estás hecho a mi medida. Quizá sea complicado de entender por muy simple que parezca, pero te voy a poner un símil para que lo entiendas. Imagínate un puzle de quinientas, o dos mil, o veinte mil piezas, las que quieras. ¿Qué es éso? Son millones de piezas que encajan única y exclusivamente en un solo lugar. Pues bien, ahora tienes que imaginar que el mundo es un puzle y tú y yo somos dos de sus millones de piezas. ¿Entiendes que mi lugar sólo está a tu lado y que no puedo ir a buscarlo a ningún otro sitio? Éso es lo que necesito que veas, mi vida. Que estás hecho para mí, y no hay ni un “Pero ¿y si...?” que valga. No puedo explicártelo de una forma más clara.


Después de todo ésto, espero que te hayas acercado mínimamente a lo que quería expresar para entenderme, que, a fin de cuentas y resumiendo, lo que quiero decir es que...

TE AMO, DANI.

domingo, 23 de enero de 2011

Brilles...


Brilles com els matins frescos de dissapte que em passo al llit, ficada dins el nòrdic i pensant en el teu somriure. I et penso molt, més del que ningú es pot imaginar, més del que et puguis imaginar... Crec, i fins i tot seria capaç d'afirmar amb tota seguretat, que vaig néixer per pensar-te. Et penso besant-me, parlant, somniant i pensant en mi, et penso estimant-me, abraçant-me i xiuxiuejant-me "'t'estimo" a l'orella. Si tothom fora capaç d'estimar a algú tan sols una desena part del que jo t'estimo a tu, juraria que el món seria un lloc millor. És la meravella d'apareixer-te al meu cap i que un somriure trenqui la meva serenor a la cara la que em dona ganes de continuar endavant, d'agafar-te de la ma i mirar-te als ulls per a que puguis llegir en la meva mirada amb tendresa i passió que vull una vida amb tu i que lluitarem per aconseguir-la. I ja poden ficar-se per davant els entrebancs que vulguin, que jo els travessaré sense cap problema només seguint una paraula que veig sempre al fons del camí, la paraula que m'acompanya i fa bategar el meu cor amb força, la paraula que em fa respirar fort per agafar tot l'aire possible i deixar-lo anar en un sospir desesperat... La paraula amor. Ets tu la cosa més maca que mai hagi pogut tenir, i és la teva pell que vull que em vesteixi totes les nits, és la teva veu que vull que doni forma a les "paraules d'amor, senzilles i tendres", són les teves mans i els teus braços els que vull que m'agafin fort quan caic per ajudar-me a aixecar-me, és la teva mirada la que vull entendre com el palmell de la meva ma i és el teu cor que vull que faci córrer la sang per les teves venes per fer sentir a cada cèl·lula del teu cos l'amor que puc plenar-me la boca afirmant i estant-ne totalment segura que sents per mi. Que m'estimes igual que jo t'estimo a tu. Per que ets la meva vida i no hi ha res que m'importi més. Per que vull ser l'aire que respiris i perdre'ns tots dos junts en un cel ple d'estrelles que donin llum a les nostres passes que es disposen a seguir un camí junts. Per que 7 mesos ho són tot, però no són res comparat amb tot el que ens queda per viure i sentir. Per que ens estimem.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Cuando lloras...

"Cuando lloras se para el mundo y nunca sé que decir. Cuando lloras me derrumbo y no me sale fingir. Cuando lloras las horas la dan la vuelta al reloj. Cuando lloras a solas me muerdes el corazón.

Piensa en lo que piensas cuando lloras, cuando me dices que no, piensa lo que quieras pero ahora...

Cuando lloras se tuerce el rumbo y no tengo a donde ir. Cuando lloras yo me hundo y tardo en volver a salir. Cuando lloras las horas le dan la vuelta al reloj. Cuando lloras solas me muerdes el corazón.

Piensa en lo que piensas cuando lloras, cuando me dices que no, piensa en lo que quieras, pero ahora, pero ahora...
Piensa en lo que piensas cuando lloras, cuando me dices que no, piensa en lo que quieras, pero ahora...

La que llora soy yo.
La que llora soy yo.
La que llora soy yo."

jueves, 25 de noviembre de 2010

Tinc una mania inconfessable...


Despertarme bajo el edredón, abrazada a la almohada y no poder reprimir ése pedazo de sonrisa que se me pone en la cara cuando le pienso. Y ojalá le tuviese al lado... No puedo evitar inchar el pecho cogiendo mucho aire para soltar el mayor de los suspiros, y a cada suspiro que echo, que sea más grande que el anterior... Como si fuese a explotar de alegría. ¿Qué me ha hecho? Hace mucho que no escribo por aquí. Y, seguramente, lo haga bastante menos a menudo. Lo único de lo que tengo ganas de escribir, es de él. Y me pasaría horas y días haciéndolo. Pero prefiero reservárselo a él. Así que perdonad mi ausencia... Ando demasiado ocupada amándole más que a nada y no hay cosa que me apetezca más.

domingo, 8 de agosto de 2010

Como diría Buzz Lightyear: "Hasta el infinito y más allá"


T'estimo. Vull cridar-ho als quatre vents, i que aquests quatre vents et deixin aquestes paraules grabades a la pell. M'agradaria poder mirar-te als ulls i perdre'm en un camí que sempre continués recte, sense entrebancs, un camí que ens portés a la ciutat "Per sempre junts", un camí amb cartellets indicant que ens queden infinits quilòmetres per acabar el nostre recorregut. Vull passejar amb tu per la platja, agafats de la ma, descalços, i deixant que l'aigua fresca toqués la nostra pell nua, per acaba de nit estirats, abraçant-te i amb el meu cap al teu pit, i mirar junts les estrelles. I podría dir-te tranquilament i sabent que no dic cap mentida, que t'estimo més que la llum que fan totes aquestes estrelles juntes, més que la distància que separa cadascuna de les constelacions junta, més que tot aquell cel fosc infinit plagat de puntets blancs que hi son cada nit, tots els dies de les nostres vides. Desitjaria dormir al teu costat, i veure com somies i la tranquilitat de la teva cara mentre descanses al meu costat, poder perfilar la teva cara amb el meu dit acariciant-te suaument les, per mi, perfectes faccions de la teva cara. Vull fer-te pessigolles arreu del cos i que em dediquis tots els somriures del mon. Vull ser per tu i només per tu, i donar-te tot el que pugui de mi. Vull que deixis de mi i per mi l'única part que em pugui permetre dir que soc alguna cosa, que soc teva. Vull que xuclis tot l'amor que tinc guardat per tu. Vull que alimentis dia rere dia el meu enamorament amb la teva bellesa. Vull viatjar per tot el mon al teu costat i que tot el mon vegi que ets tu l'única cosa que jo més estimo. Vull escapar-me amb tu com els enamorats d'anys enrere i vull que el nostre amor sigui una llegenda que vagi més enllà del temps i de l'espai. Sé que soc una somniadora, però mai he sapigut realment que era somiar fins que tu vas arribar. Perque tu, tu i només tu ets el meu somni. I no vull despertar-me mai més d'aquest somni. T'estimo.

sábado, 17 de julio de 2010

Nice to meet you, I'm your other half


Imaginaos que es una canción. No hay ninguna canción que pueda describirle, ni tenga una melodía que se parezca a la felicidad que él me causa. Pero si fuese una canción... Sería La Vie En Rose, y la versión de Louis Amstrong, por supuesto. Porque sí, porque él mismo hizo que me enamorase de ella, y porque el ha conseguido que pueda ver "la vie en rose". Ahora pensad que él es una película. La que tengo que nombrar es Eduardo Manostijeras, porque él ha conseguido hacerme creer en aquello que era imposible para mi, soñar y enamorarme. Aunque espero tener más suerte que el pobre Eduardo, que nunca consiguió sus manos de verdad... Pero si consiguió enamorarse, y eso le hacía más humano. Así me hace sentir él, más humana. Si fuese un libro... Sería todos los libros que he leído. Sería todas las letras, y todas las palabras existentes, pero también sería las letras y palabras que quedan por inventar, sería todas aquellas situaciones de la vida en las cuales no hay palabras suficientes sencillamente por el hecho de ser inexplicables. Sería todas las letras combinadas cada día de forma diferente para sorprenderme y enamorarme de nuevo a cada día que pasa. Podría ser la D de debilidad, porque es mi debilidad; la A de amor, porque es mi amor; la N de necesidad, porque es mi necesidad; la I de ilusión, porque es mi ilusión. Imaginaos ahora que es un color... Entonces él sería el verde, porque él es mi color favorito, mi verde preferido, el verde de mis ojos, ojos que solo están puestos en él. Si fuese una estación del año, sería invierno, porque cuando alrededor está todo frió, el es como ese calor que me encanta sentir cuando estoy en mi cama tapada hasta arriba, él es mi protección. Si fuese un día de la semana, sería el sábado, porque es el más esperado y siempre se te hace corto, como todo él, porque nunca tendría suficiente y siempre querría más y más y más. Imaginaos que puede ser cualquier cosa. Podría ser una sonrisa, un beso apasionado, una caricia que ponga la piel de gallina, un abrazo de esos que se dan como si no hubiese mañana, unas manos entrelazadas, un paseo por la playa de noche, una cena romántica, un anochecer, una noche juntos, un amanecer juntos, un baile, una frase inolvidable, un deporte de aventura, un viaje a un lugar exótico, una noche entera haciendo el amor, otra noche entera de sexo puro y duro, un día soleado, un día lluvioso también, una mirada enamorada, un sueño, podría ser la luz de la luna, la brisa fresca que entra por la ventana, una lágrima de felicidad, un orgasmo, un grito de libertad, un "te quiero" susurrado, un mordisco en el oído, el ideal que seguir de manera aférrima, un amor para toda la vida, un minuto que durase eternamente, una rosa sin espinas... Y un largo etcétera. Un largo etcétera de todas las cosas que se han ido alineando entorno a él, como si fuese el centro de gravedad, un centro de gravedad en el que comparto espacio con el, el centro de gravedad de un mundo... Nuestro mundo.


...Te Amo...