domingo, 1 de marzo de 2009

Como te diria yo...


Como las mañanas de un sábado cualquiera a primera hora, que el sol empieza a penetrar en la habitación haciendo que tus ojos hagan un intento de no dañarse con tanta luz, esas mañanas en las que te tiras un rato indefinido metido dentro de la cama, tapado con el edredón y respirando tranquilo sabiendo que no hay hora por la que preocuparse. Como dos plumas que viajan ligeras empujadas por una brisa que hace que se crucen sus caminos inesperadamente. Como la sonrisa de un bebé al descubrirse delante de un espejo y sentir curiosidad por ese ser tan redondo, blandito y jugueton que tiene delante y que maravillosamente, se comporta igual que él. Como el latido de dos corazones al uníson al darse cuenta de que han sido creados para latir a la vez, dando vida a esas dos almas que han nacido para estar juntas para siempre. Como lágrimas de felicidad que resbalan por la piel estremecida, humedeciendo con su alegria todo lo que encuentran a su paso, y que se acaban fusionando a la altura de la barbilla, para acabar cayendo en ese mundo donde pueden sentirse afortunadas de ser felicidad y no tristeza. Como la alegria en si misma, esa que hace vibrar, reir, llorar, gritar y tener ganas de todo. Como dos gotas de lluvia que se funden entre la multitud, sin saber ni como ni porque han sido precisamente ellas las que se han unido. Como todos los sueños por cumplir del planeta un unidos en un mismo deseo. Como el café de las tardes que despeja tu cabeza y te deja pensar claramente. Como un escudo que es capaz de protegerte ante un huracán, una guerra y soportar todo lo que venga. Como cuando las calles se llenan de lucecitas y decoracion navideña, haciendo crecer ese espíritu de paz y armonia. Como cuando llegas a casa después de un dia durísimo de trabajo, y te sientas en el sofa, y agradeces poder notar cada músculo de tu cuerpo relajandose. Como cada foto, cada imagen, cada recuerdo, cada abrazo, cada caricia, cada beso, cada ilusión, cada sueño. Como cada dia de la semana, cada més del año y cada año de mi vida. Como mi vida. Como los ratos de risa incontrolable, en que lo único que importa es eso, reir y reir asta llorar y necesitar aire porque ni todo el de la tierra es suficiente. Como las peleas fervorosas en las que solo piensas en tu enfado y tu egoismo. Como la tristeza de un adiós, sin saber si es por un tiempo o para siempre. Como el color que aportan las amapolas en el campo. Como una mañana a las 8 de la mañana de un domingo después de toda una noche de fiesta, sin pensar en lo que haya podido ocurrir, sino en lo bien que lo pasaste. Como las puestas de sol. Como los dias lluviosos en los que lo único de lo que tienes ganas es de sentarte al lado de la ventana para ver llover mientras escuchas música o lees un libro. Como algo inexplicable que solo se puede entender viviendolo. Así es la amistad.

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