Cada vez que...

Te quiero. Te quiero cuando me miras. Te quiero cuando te miro. Te quiero cuando suspiro. Te quiero cuando pienso en tí. Te quiero cuando no pienso en tí porque estoy ocupada en otra cosa que, mucho a mi pesar, me distrae de recordarte para quererte todavía más. Te quiero en secreto y te quiero gritándoselo a los sentimientos a todo volumen. Te quiero cuando respiras. Te quiero porque por tí respiro yo. Te quiero cuando haces que me enfade por cualquier tonteria. Te quiero cuando, sin tú saberlo, provocas celos en mí porque para tí yo no soy nada más que una simple amiga, y me explicas tu interés por otra chica. Te quiero por el simple placer de quererte. Te quiero porque, aunque me duele que no sea recíproco, es una cosa que sí hago por amor al arte, y ese arte eres tú. Te quiero por la simple razón de que eres perfecto. Te quiero cuando me esfuerzo en que te des cuenta de que eres guapo, tierno, simpático y agradable. Te quiero cuando estás sentado a mi lado, y hablamos, y estamos tan cerca el uno del otro que podriamos cumplir mis más profundos deseos, pero no podemos. Te quiero cuando muero de las ganas de decirte que te quiero, pero no me atrevo. Te quiero cuando me siento agusto contigo. Te quiero cuando me voy a dormir pensando en tí. Te quiero los sábados y los domingos por la mañana metida dentro del edredón. Te quiero cuando tengo frío y pienso que si tú lo tubieras, yo te arroparia. Te quiero cuando me explicas como te ha ido el día. Te quiero cuando te demuestro que pienso en ti en cualquier momento de mi día. Te quiero cuando te lanzo esas indirectas que tu pareces dejar pasar, y que a mí no me importa, porque sé que eres inalcanzable. Te quiero a cada minuto que no estás a mi lado, que son muchísimos, demasiados, una eternidad, y te echo de menos. Te quiero en cada libro que leo, en cada canción que escucho, y en cada voz y en cada cara y en cada espejo, porque todo me recuerda a tí, y que te quiero. Te quiero cuando río y cuando lloro, cuando pataleo de la rabia por no tenerte, ni tener tampoco el valor de decirtelo. Te quiero cuando tengo tantísimo miedo a perderte que el dolor no tiene ni si quiera sentido. Te quiero cuando me escuchas, o cuando lo haces ver. Podria quererte de todas las formas que quisieses, como amigo, como hermano, como padre, como hijo, como novio, como desconocido, como pareja, como casados, como divorciados, como ex, como el cielo y la tierra se quieren, como la noche y el dia, como las estrellas, como todo lo existente, porque simplemente te quiero. Te quiero más que a nada y más que a todo en este mundo. Te quiero a todas horas, minutos y segundos. Te quiero cada día más. Te quiero cuando me doy cuenta de que eres como una droga para mí, aunque yo no tenga una asociación llamada "enamorados anónimos" que me ayude con esa adicción. En fin, para qué tanto escribir, si lo único que quiero que sepas es que... TE QUIERO