miércoles, 24 de marzo de 2010


¿Qué pasa, Dios? ¿Como andamos? Aquí vuelvo a estar, dándote la vara otra vez. Es que he escuchado una canción que me ha hecho recordar a mi Abu, otra vez... Sí. Es que la hecho tanto de menos... ¡No puedes imaginar cuanto te envidio! Espero que esté bien contigo. Tengo unas ganas de poder abrazarla... Sé que sólo ella me comprendería. Se que sólo ella me quería de verdad. Sé que solo ella sonreía sinceramente... ¿Sabes, Dios? Ya me gustaría poder ser la mitad... Qué digo la mitad, una milésima parte de lo maravillosa que fue ella. Tan fuerte, tan valiente... No como yo, que con cualquier cosa ya me estoy escondiendo detrás de mis muros. Ojalá hubiese heredado ese carácter valeroso que ella tuvo en su tiempo. Ojalá estuviera aquí para animarme y aconsejarme en mis días tontos. Ojalá estuviera aquí para poder comérmela a besos... Ojalá. Y ojalá "Buenas noches, bonita mía" no fuese lo último que me dijo. Ojalá pudiese haberle dicho a tiempo lo mucho que la quería... Espero, Dios, que se lo recuerdes cada día. Porque yo sí lo hago.




"Y olvidé sonreír,
como hacías por mi
Sé que fuiste feliz,
si me ves di que si
No hubo tiempo a decir
Lo que siento por ti
Sé cambió de carril
La razón y ahora di
Que siempre serás un ángel
Mi ángel
Que vigila y me protege en cualquier rincón.
No te apartes, ni un instante
De mi corazón
de mi corazón…

Siempre…
Siempre…
Siempre…
En mi corazón…
Siempre en mi corazón…"

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