Y se queda corto...

¿Sabéis lo que es tener a alguien que con solo mirarle, sabes que te quiere decir o que está pensando? Hoy va por ella... Edurne. Porque me encanta poder contar con ella en cualquier momento y situación. Siempre ha estado ahí, y siempre está ahí, y sé que siempre estará ahí. En lo bueno y en lo malo. Y lo disfruta y lo sufre conmigo. Igual que yo sonrío con ella, o lloro con ella. Porque su felicidad me hace feliz, y su tristeza me rompe por dentro. Ella, la chica que parece una piedra por fuera, pero que por dentro tiene tanto sentimiento que muchas veces me abruma a mi misma. Ella, que siempre tiene una sonrisa en esa cara bonita y exótica incluso cuando por dentro su mundo está a punto de caerse. Ella, que es fuerte y afronta la vida, venga como le venga, siempre con optimismo, quizás aparente, quizás verdadero, pero que se contagia. Ella, que lucha por lo que quiere y es constante en sus sentimientos, cosa que me ha demostrado que aunque no sea de dos, el amor existe, y por eso también la aprecio, porque no se rinde y quiere de verdad, algo que hoy en día se ha perdido y muy poca gente sabe hacer. Ella, que da todo lo que tiene a los suyos sin pedir nada a cambio. Ella, que defiende sus ideales hasta la saciedad y no se cansará nunca de ello, orgullosa de ser ella misma y sin importarle lo que diga la gente. Ella, que rompe todas los esquemas de estereotipo de chica que tiene la sociedad, y sin embargo para mi es perfecta, una chica original, original cuando sonríe, cuando se lo pasa bien, cuando lo pasa mal, cuando ríe y cuando llora, cuando me abraza, cuando está enamorada, cuando juega como una niña pequeña y cuando se comporta como una persona adulta. Y ante todo, una amiga maravillosa. Porque hay muy pocas personas que me hagan sentir comprendida como ella hace, y que compartan mis alegrías y tristezas como ella consigue. Porque ella me anima a seguir adelante cuando yo me voy para los lados en este camino llamado vida. Porque me encanta cuando la miro y sé en quién está pensando solo con ver sus ojos verdes brillantes, perdidos en el infinito de ese amor que no sabe como quitarse de encima desde hace años. Y me encanta conocerla tanto que cuando estoy adivinando lo que piensa solo con mirarla a los ojos, se incomode y me suelte ese "¡Calla!" vergonzoso aunque yo no haya pronunciado palabra. Porque ha estado ahí en uno de los momentos mas duros de mi vida y me ha brindado su mano y su ayuda de forma desinteresada, sacándome una sonrisa incluso cuando lo único que quería hacer era llorar. Y ahora, que me siento feliz y exultante desde hace un tiempo, y como no hacía en mucho tiempo atrás, ella sigue ahí para compartir mi felicidad. Espero poder darle aunque sea una milésima parte de lo que ella me da, porque no sé si algún día se lo podré pagar... Por todas estas cosas y muchas más quiero decirle que la quiero muchísimo y espero no perderla nunca, porque se llevaría un pedazo muy grande de mí... ¿Entendéis lo que quiero decir?